Por un lado, el gran médico cardiólogo José María Bouroncle Carreón, nacido en Arequipa, se puso frente al joven médico especialista en emergencias Johan Alfaro Sotomayor, original de Trujillo. Y por el otro lado, la ex trabajadora textil Marina Tapia Vizcarra viuda de Figueroa, nacida en Arequipa en 1921, dialoga con la instagramer y feminista Ale Ottazzi, original de Lima.
En este especial sea testigo de los pormenores de este singular encuentro ocurrido bajo las luces y sombras de los 200 años de la patria.
El primer diálogo comienza en casa de la familia de Marina. Hasta allí llegó Ale Ottazzi, una joven con muchos talentos: comunicadora audiovisual, redactora, instagramer, podcastera, feminista y activista por los derechos sexuales y reproductivos. Ambas dialogaron con una deliciosa soltura. La picardía de la centenaria Marina hizo magnífica dupla con la buena onda e inteligencia de Ale, nacida en 1989.
Marina estudió secundaria comercial en la ciudad de Lima e ingresó a trabajar en la fábrica de hilados Santa Rosa a la edad de 18 años como obrera. Con el transcurrir del tiempo y por mérito de su eficiencia, compañerismo y liderazgo, ascendió hasta llegar a ocupar la jefatura de sección de donde se jubiló a los treinta años de servicio.
De Ale hay que decir que el 2018 creó el personaje 'La mujer al borde' para hablar de empoderamiento, amor propio y sexualidad “con hartos ovarios y con poca verguenza”. Para ella hay dos tipos de personas: las que no se atreven y las que de tanto atreverse pues algo aprendieron. “Yo soy de las segundas. Prefiero la vida real a la virtual, el olor a mar, a café y del pasto recién cortado”.
Marina se casó con Fernando Figueroa Puente el 14 de Marzo de 1943, y tuvieron 7 hijos. Ahora tiene 13 nietos y 23 bisnietos. Dejemos que Ale, por su lado, se defina con sus propias palabras:
“Yo soy de las segundas. Prefiero la vida real a la virtual, el olor a mar, a café y del pasto recién cortado".
Ha sido una ardua tarea seleccionar los fragmentos de una conversación que pudo haber durado horas de horas. Dos mujeres adelantadas a su época pero con 70 años de diferencia. Marina siempre buscó la unidad familiar pero a la vez su independencia económica y el ejercicio del liderazgo. Ale está empeñada en la fundación de una manera libre, creativa y solidaria de ser mujer por encima de cualquier argumento.
El segundo encuentro tuvo otro tono, el del maestro frente al alumno, el del sabio frente profesional que da los primeros pasos ya con honores. José María Bouroncle Carreón, de 101 años, es una eminencia de la medicina del corazón, con múltiples reconocimientos nacionales e internacionales. Fue un innovador en el trato al paciente y en descubrir que las alegrías y realizaciones personales pueden curar mejor que una medicina sofisticada. Hasta su casa en San Isidro acudió el joven médico Johann Alfaro Sotomayor, de 30 años, especialista en emergencias y desastres que por estos meses ha trabajado sin descanso atendiendo a pacientes aquejados por las complicaciones del covid.
Fue sorprendente contemplar la lucidez de un hombre nacido en 1920, un año antes de nuestro primer centenario. Se trata de un cirujano cardiólogo que planificó su vida con la sabiduría de un verdadero científico, y eso explica su salud a pesar de haber nacido con predisposición a la diabetes, una enfermedad que por su dieta bien llevada nunca padeció.
Johan Alfaro, el joven emergenciólogo, estudió en Trujillo y en Lima, y actualmente trabaja en la unidad crítica de emergencia del hospital Rebagliati. Este trujillano que en tiempos de crisis política y protestas forma equipos médicos para atender heridos, está llevando una maestría en docencia y aprende el francés como tercer idioma. Le gusta tocar guitarra y montar bicicleta y es un obstinado protector de animales.
Nos faltaría espacio para nombrar todos los cargos que tuvo el doctor Bouroncle, fundador de la universidad Cayetano Heredia, pero es insoslayable su trabajo innovador en el campo del cateterismo y las patologías cardiopulmonares, además de su perfeccionamiento en países como Francia e Inglaterra. A su avanzada edad es la historia viva de la medicina peruana y goza del cariño de sus tres hijos y de su esposa, con quien lleva 68 años de matrimonio. En la vida que recién empieza para Johan Alfaro reconoce que ha heredado un sistema de salud en crisis. “Hemos perdido muchos colegas por el coronavirus. Siento que se nos ha dado una gran responsabilidad, al cuidar la vida y salud de nuestros pacientes en su hora más difícil. Pero considero que es una forma de servir a nuestro país y devolver el privilegio de haber sido formado en aulas universitarias”.
“Deseo que este bicentenario nos una como hermanos, y nos preocupemos más por la salud y bienestar del otro. Confío que pronto todos estaremos vacunados y volveremos a construir nuestra historia con esfuerzo y solidaridad".
Ambos profesionales reconocen que los médicos peruanos deben estar preparados para tratar, aliviar y acompañar sus pacientes desde los consultorios, emergencias y sala de hospitalización de todo el territorio nacional. Así fue la vida de José Bouroncle y así empieza la carrera de Johan. “Deseo que este bicentenario nos una como hermanos, y nos preocupemos más por la salud y bienestar del otro. Confío que pronto todos estaremos vacunados y volveremos a construir nuestra historia con esfuerzo y solidaridad”, señala el joven galeno.