El COVID-19 ya tiene vacuna; las teorías de conspiración, no. Lo peor de todo es que estas últimas han demostrado que su capacidad de viralización puede ser mucho mayor, acicateadas por una mezcla de desinformación, sesgos políticos e intereses económicos particulares de la más variada índole. Y esta combinación –potente y altamente contagiosa– no necesita viajar a través de gotículas dispersas en el aire: le bastan unos cuantos ‘retuits’ o reenvíos por WhatsApp para cundir entre los incautos, que no son pocos y se multiplican con la velocidad de un clic.
La denominada “infodemia” (neologismo para referirse a una epidemia informativa) es perniciosa porque ha llegado para quedarse, incluso cuando el COVID-19 finalmente se repliegue. Porque mientras los científicos del mundo hacen esfuerzos para combatir la plaga, hay un ejército de propagadores –que incluye a políticos como Donald Trump, cantantes como Miguel Bosé y hasta jueces peruanos– prestos para negar una necesidad tan básica como la mascarilla o bendecir dudosas curas como la ivermectina. Para empezar a derrumbar sus falsas prédicas, elaboramos esta guía que nos lleva al corazón misma de la mentira. Hay que estar preparados y alertas.
Constelación de conspiraciones
Una guía para entender – y refutar – las principales teorías fraudulentas en torno al Covid – 19. La inexactitud con sesgo político que ha invadido el planeta en medio de la pandemia.
iPresentación
1) El COVID-19 se fabricó en un laboratorio en China. Donald Trump lo declaró así en mayo del 2020 sin presentar ninguna prueba. La inteligencia norteamericana refutó esta posibilidad de que el virus hubiera sido fabricada por el hombre. Para desmantelar el mito el, la viróloga china Shi Zhengli, en cuyo laboratorio Trump sugería se había fabricado el virus, comparó la secuencia genética del COVID-19 con las de otros coronavirus tomadas de murciélagos. No hubo correspondencia entre ellos. Zhengli pidió un desmentido que nunca llegó.
2) “Plandemia: la película”. Judy Mikovits atribuyó –sin pruebas- que Anthony Fauci, director del National Institute of Allergy and Infectious Diseases, y el magnate cibernético Bill Gates estaban usando su poder para beneficiarse económicamente con la enfermedad. Para ello utilizó un video –“Plandemics”– y un libro, “Plague of Corruption” (2020). Las atribuciones hechas en el video fueron sometidas a diversos fact chekings, demostrando ser falsas. Esta película fue ampliamente difundida por los anti vacunas y la red Qanon, llegando a superar las 8 millones de vistas en YouTube, Facebook, Instagram y Twitter, antes de ser eliminada por difundir información falsa. En el libro “Plague of Corruption”, Mikovits presenta a Fauci como un villano, mientras que ella se compara asi misma con las figuras de Galileo Galilei, Martin Luther King Jr., y Thomas Jefferson, entre otros.
3) El COVID es como una gripe. Trump lo declaró así en abril del 2020. Meses depués, en noviembre de ese mimso año, el periodista Bob Woodward hizo público audios en que el propio Trump – entre febrero y marzo- aceptaba saber que el COVID-19 era mucho más letal que la gripe. El ocultó esa realidad para evitar ¨pánico¨. El Centers for Disease Control and Prevention calcula que la gripe causa entre 12.000 a 61.000 muertes al año en EEUU. Mientras el COVID-19, hasta la fecha, ha causado 375.000 muertes en los EEUU.
4) La hidrocloroquina como cura. Un modesto y criticado estudio hecho por el médico francés Didier Raoult sobre un medicamento contra la malaria aplicable al COVID-19 fue presentado por Trump como un ‘game changer’ en la historia de la medicina. Inicialmente la FDA dio la autorizacion de emergencia para su uso, pero luego adevertió sobre sus problemas cardíacos y revocó la medida.
5) La vacuna es mas peligrosa que el COVID-19. En el video “Plandemic”, Mikovits sostiene falsamente que la vacuna anti-COVID “matará millones”. Otras versiones vinculan a Bill Gates como el autor de una conspiración para implantar microchips 5G a través de la vacuna. Gates desestimó elocuentemente esas teorías.
6) Bosé y Quico, conspiracionistas. Entre los divulgadores más conocidos de las teorías de la “plandemia”, la causa antivacunas y la antimascarillas estaba el cantautor español Miguel Bosé. Lo hacía través de videos en redes sociales apoyando marchas que promovían no usar mascarillas al considerarlas una afrenta a la libertad de expresión. Su madre, Lucía Bosé, murió del virus en marzo del 2020. En setiembre, luego de ser fotografiado en la calle usando máscara y ante el cargamontón por su discurso, canceló sus cuentas de redes sociales. Otro personaje de la farándula que suscribe las teorías de conspiración es Carlos Villagrán el popular Quico de “El Chavo del 8”.
7) Chincha denuncia la "plandemia" El 21 de diciembre del 2020 la Sala de Apelaciones de Chincha y Pisco emitió una resolución confirmando la prisión preventiva de un investigado. En ella establecía que el COVID-19 era una invención de las “élites criminales a nivel mundial (nuevo orden mundial) que conforman multimillonarios como Bille (sic) Gates, Soros, Rockefeller, etc., que lo manejaron y siguen direccionando con un secretismo a ultranza dentro de sus entornos y corporaciones mundiales, con proyecciones al proyecto 2030”.
8) Vizcarra y la Ivermectina. Luego de estar durante meses dando mensajes a la nación señalando –como presidente– la necesidad de atender a los argumentos científicos en la lucha contra el COVID-19, Martín Vizcarra, ya como candidato al congreso, recomienda a través de un video el uso de la ivermectina. Sus palabras: “puede que no tenga una constatación científica rigurosa, médica, de laboratorio, pero funciona”. La FDA, entre otras, recomienda no automedicarse con este antiparasitario de uso veterinario.
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