Educación pública en crisis
Las tablets para los estudiantes llegarán en octubre y serán distribuidas hasta el 2021. El Colegio de Profesores del Perú estima que el 45% de estudiantes dejó de participar en las clases remotas.
Delsy LoyolaUnidad de investigación Fotos y videos
Anthony Niño de Guzmán | César Campos | Melissa Valdivia | José Penadillo
En la comunidad de Mayrasco, en Cusco, para encontrar señal y no perder las clases remotas, los niños tienen que subir hacia lo más alto de los cerros. Esas caminatas, que pueden tomar hasta dos horas, son en las noches, porque es cuando hay mayor cobertura. “Es un problema. No tenemos alumbrado público suficiente. [Los escolares] tienen que usar linternas para las tareas”, dice José Gómez, vicepresidente de la comunidad.
Cinco meses después de haberse iniciado el año escolar virtual debido a la pandemia del COVID-19, el Colegio de Profesores del Perú (CPP) estima que alrededor del 45% de los escolares dejó de participar activamente en las clases remotas.
“Si los alumnos se han conectado una vez a la semana, el ministerio ya lo contabiliza y lo considera como un porcentaje positivo. Pero si entendemos una conectividad efectiva [diaria], se habrían perdido un promedio de 45% de estudiantes”, detalla Helí Ocaña, decano del CPP.
Los niños de Mayrasco se reúnen con los de la comunidad de Huasanpata y Huamancharpa en el campo. Ahí reciben apoyo de alumnos de secundaria, pero muchos han perdido el interés para estudiar, así lo narra Andrea Lonconi, madre de familia.
“Nuestros hijos están abandonados, algunos no estudian, otros ya no quieren hacer sus tareas […] nos hacen sacar fotocopias, pero algunos entienden y otros no, aquí en la comunidad necesitamos apoyo profesional”, indica.
En el contexto de la pandemia, 110.405 alumnos de educación básica regular se trasladaron de escuelas privadas a públicas. La Red de Municipalidades Urbanas y Rurales del Perú (Remurpe) indicó a este Diario que, de 500 gobiernos locales focalizados, 462 reportaron dificultades para acceder a los programas de Aprendo en Casa impulsados por el Ministerio de Educación (Minedu). De estos, 268 provenían de zonas rurales que solicitaban ampliación de la cobertura para radio, TV o Internet. También se reportaron falta de presupuesto, equipos de radio o TV inoperativos, falta de acceso a la energía eléctrica, entre otras limitaciones. De acuerdo con cifras del INEI, solo el 5,6% de la población rural tiene acceso a Internet.
“No tenemos las herramientas tecnológicas suficientes [...] También debemos buscar recursos para alimentar a nuestros hijos y no tenemos mucho tiempo para atender sus tareas. Prácticamente hemos perdido el año escolar”, dice Jorge Soria, de la etnia shipibo-konibo, en Panaillo, Ucayali.
La magíster Sylvana Valdivia, experta en tecnologías para la educación y docente de la PUCP, indicó que varias familias han optado por usar los audios de WhatsApp como medio para las clases, pero los problemas persisten.
“No hay la conectividad suficiente para asegurar que los estudiantes puedan descargar los materiales […] Algo que preocupa es cómo se va a ir agrandando la brecha [digital] en los años posteriores entre los niños que tuvieron las oportunidades y los medios para seguir con una educación de calidad y los que no”, agregó.
En el asentamiento humano Pachacútec, en el distrito de Ventanilla, Rina Barroso también atraviesa una situación difícil. Es viuda, no tiene trabajo y en casa solo hay un celular para sus dos hijos, sin un plan de datos fijo ni Internet. “La profesora manda videos por YouTube, pero no tengo datos, entonces nos manda una ficha, pero el contenido tenemos que escribirlo [a mano], mientras que otros pueden imprimirlos”, dice a El Comercio.
Mireille Rebaza, directora de la ONG Mensajeros de la Paz que brinda apoyo a escolares en Lima, cuenta que, con la pandemia, varios de los alumnos han dejado de participar. “Tenemos casos de familias que incluso no tienen televisor ni celular. Hemos tenido que conseguir algunos celulares para ayudarlos. No hay los recursos para hacer seguimiento”, revela.
La programación de ‘Aprendo en casa’
Los programas de ‘Aprendo en casa’ dirigidos a los alumnos de escuelas públicas duran solo media hora al día y se desarrolla un curso por sesión. Para los estudiantes de primaria, los contenidos son iguales para dos grados escolares (ejemplo.: 1° y 2° ven los mismos capítulos). Los profesores hacen el acompañamiento.
“Al ser para dos grados, no hay un buen manejo en cuanto a los niveles de desarrollo intelectual que el niño necesita […] la precisión del contenido no es suficiente”, afirma Helí Ocaña, decano del CPP.
Margarita Gálvez, madre soltera de una niña que cursa primaria, cuenta que “tiene que estar un adulto para explicarle a los niños y que puedan captar lo que están transmitiendo”. “Es medio raro el programa, yo no lo entiendo mucho, solo me guío de lo que dice la profesora”, señala.
Para reforzar los contenidos de solo 30 minutos, los profesores envían videos por YouTube y en los mejores casos, se conectan por Zoom. Pero a nivel nacional, solo el 40,1% de hogares tienen acceso a Internet, según el INEI.
Hace unas semanas, el ministro de Educación, Martín Benavides, declaró en RPP que “en su momento se pensará si [los estudiantes] pasan o no de año”, al ser consultado por los más de 7,8 millones de estudiantes del país que tienen dificultades en este año escolar.
¿Qué ocurrió con las anunciadas tablets para reducir la brecha digital? El 24 de agosto, el Ministerio de Educación (Minedu) anunció que se completó la adjudicación de los 1’050.430 equipos con una inversión de S/525’482.361,70. Sin embargo, según confirmó a este Diario el grupo Deltron, una de las empresas proveedoras elegidas, la distribución se iniciará recién en octubre y los equipos serán repartidos hasta febrero del 2021.
Los proveedores
A diferencia del frustrado primer contrato que hizo el Minedu para la compra de tablets, esta vez la entidad ha contactado directamente con dos fabricantes: AOC y Lenovo. Mientras que el primero es representado por TPV Perú S.A.C., Lenovo escogió como sus proveedores al grupo Deltron y Máxima Internacional S.A., empresas que años atrás recibieron penalidades por retrasos e incumplimientos contractuales.
A través de una carta enviada a este Diario el grupo Deltron aseguró que “siempre ha cumplido sus contratos a cabalidad y con responsabilidad, muy al margen de las penalidades que se hayan podido dar y en número muy reducido”, las cuales –indicaron– “nunca han causado un perjuicio a las entidades con las cuales hemos contratado”.
“Grupo Deltron como importador mayorista de equipos de TI con 30 años de experiencia en el mercado peruano, consciente de la importancia de este proceso para el desarrollo del país [la entrega de tablets], inició desde el día siguiente al que fuimos notificados como ganadores de la buena pro el despliegue de los procesos de contratación necesarios para cumplir a cabalidad con este contrato”, señalaron.
En tanto, Máxima Internacional S.A. fue inhabilitada temporalmente por el Tribunal de Contrataciones del Estado en el 2014, 2016 y 2017, tal como indican las resoluciones 728-2014-TCE-S3, 2934-2016-TCE-S3 y 399-2017-TCE-S3. En diálogo con El Comercio, el gerente general de la empresa, Wilmer Roca, indicó que "todas ellas ya están fenecidas, ya no tienen vigencia".
Roca aseguró que para esta nueva contratación están trabajando con los plazos del fabricante y afirmó que confían en que se cumplirá el cronograma. “Lenovo nos ha dado un calendario de atención y con eso le hemos dicho al Minedu: ‘Mi oferta va en función de este calendario’. Estamos totalmente seguros de que lo que hemos ofrecido logísticamente se va a cumplir sin ningún problema”, manifestó Roca.
El jefe de la Dirección de Innovación Tecnológica en Educación del Minedu, Ricardo Zapata, dijo a El Comercio que confía “en los buenos oficios de estas empresas” para cumplir los plazos y no demorar la entrega de los dispositivos requeridos con urgencia. “Cuando incumplen, se ejecuta una penalidad. [...] No creemos que pueda suceder eso [la demora], pero si ocurriera, se aplican penalidades”, dijo.
Para el Minedu aún es una opción el retorno a las aulas en algunas zonas del país. Pero para la exministra de Educación Flor Pablo eso es lejano. “No lo veo en el corto plazo”, afirmó. Indicó que factores como el de salud y “la brecha de infraestructura” harían inviable esta medida. También consideró que se debe afianzar el trabajo con los gobiernos locales y completar la entrega de cuadernos de trabajo.
“Uno de los problemas es la conectividad, que en el corto plazo no vamos a poder resolverlo como quisiéramos, pero el hecho es que ningún estudiante se quede sin estar siendo contactado por la estrategia y ahí es importante el trabajo con los gobiernos locales”, declaró.
Durante una reciente visita a Jauja, el ministro de Educación señaló que, en esta primera fase, "se atenderá a un millón 50 mil estudiantes en todo el país", pero la estrategia seguirá siendo implementada por los próximos tres años.
"Este también será el inicio de la ruta para el cierre de las brechas digitales que siempre nos han preocupado porque se han mantenido en las localidades más alejadas del país", indicó Benavides a la prensa.
José Luis Díaz, asesor del despacho de Gestión Pedagógica del Minedu, aseguró que “no podemos hablar de un año perdido”. Sostuvo que se está evaluando una estrategia para los primeros meses del 2021. “Sabemos que aquí [2020] no vamos a concluir. Por eso estamos pensando el otro año tener tres meses para cerrar esos aprendizajes no logrados y luego continuar de acuerdo con la planificación que se tenía”, señaló a este Diario.
Buenas prácticas
Pese a las dificultes, algunas comunidades han buscado formas de ayudar a los niños a no perder el año escolar. Luego de que en mayo se difundiera un video de alumnos de la comunidad de Qhantati Ururi, en Puno, caminando cerca de 15 km para llegar a la zona de cobertura radial, Carlos Cáceres, un ciudadano de Juliaca, decidió llevar apoyo.
“Hicieron un reportaje y lo transmitieron por una cadena norteamericana. Mi mamá radica en Estados Unidos, lo vio, me mandó el link y me preguntó si podíamos hacer algo por esos niños”, contó a El Comercio.
Carlos trabaja como técnico en la empresa Hughes Net, proveedora de servicios de Internet satelital. Gracias a ello, y al apoyo de algunas autoridades, pudieron instalar una antena en un local educativo de Qhantati Ururi.
La acción fue replicada en otras localidades de Puno, entre ellas, el distrito de Corani. El municipio puso en marcha un proyecto para mejorar la estrategia ‘Aprendo en Casa’, que hizo posible que la señal de Internet llegara a las comunidades de Quelcaya, Chacaconiza, Isivilla y Chimboya Aymaña.
También se habilitaron locales comunales para que los alumnos puedan sacar fotocopias, imprimir documentos y usar las computadoras para sus tareas. Ahí eran acompañados y asesorados por estudiantes de los últimos ciclos de la carrera de Educación.
Así se estuvo haciendo desde mayo hasta inicios de agosto, cuando se registró el primer caso de COVID-19 en Corani. Ahora los universitarios van a las casas de los escolares con la protección debida. “Estos acompañantes están ayudando a los maestros a comunicarse con los alumnos. Van a los locales a sacar fotocopias o imprimir, las entregan y ayudan, ya se ha hecho costumbre”, dijo el alcalde Edmundo Cáceres a este Diario.
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En las zonas rurales, las escuelas públicas son la mayoría: abarcan 35.043 locales educativos; mientras que las privadas son solo 331.
En promedio, 6’124,377 estudiantes de colegios públicos y 1’710,166 de colegios privados han tenido que adaptarse a la nueva normalidad escolar.
¿Cómo se hizo esta historia?
Cuando el Minedu decidió anular el primer contrato de compra de tablets a fines de julio, la Unidad de Investigación de El Comercio inició una revisión sobre la situación de la educación pública en el país en el contexto de la pandemia del COVID-19, la efectividad de las medidas impulsadas por el Gobierno como la estrategia ‘Aprendo en casa’ y las consecuencias de la demora en la entrega de los dispositivos electrónicos para los niños de escuelas públicas.
Se recogieron catorce testimonios de madres, padres y niños de las zonas pobres de la costa, sierra y selva del Perú, que tenían participación limitada o nula en las clases remotas. También se accedió a cifras del INEI, el Minedu, la Red de Municipalidades Urbanas y Rurales del Perú (Remurpe) y del Colegio de Profesores del Perú sobre las condiciones de la población en pobreza y pobreza extrema y el acceso a las tecnologías para la educación.
En paralelo, se hizo un seguimiento al avance de la nueva contratación del Minedu para la adquisición de tablets, que llegarían precisamente a estos hogares. El Comercio identificó que las empresas proveedoras habían recibido penalidades en años anteriores (las resoluciones están incluidas en este informe) y decidió alertar sobre los antecedentes a fin de evitar posibles nuevos incumplimientos contractuales. Este Diario ha recogido las versiones de todas las partes involucradas. Los proveedores, además, informaron que la entrega de las tablets se iniciará a fines de octubre y culminará en enero del próximo año, según el cronograma establecido con el Minedu.