El reto era grande: usar colores para recorrer sus Andes, lápices de todas las tonalidades de verde para divisar las maravillas entre sus bosques, o algún programa digital de dibujo para retratar a sus hombres y mujeres trabajadores. Parece una tarea titánica y enorme, pero en la imaginación de los niños y adolescentes no hay imposibles. Está su corazón.
Este es una selección de los 50 mejores trabajos que un jurado interno de El Comercio eligió entre todos los maravillosos envíos a esta revista. Estamos encantados, conmovidos, ilusionados. Si este es el país que sueñan nuestros niños y adolescentes, hay un futuro más libre, más justo y más unido el que está por venir.
Muchas gracias. A todos, a ustedes, a sus familias. Ahora también son parte de la familia Somos.