El comercio

Respiradores y mascarillas con válvulas no protegen a los demás

Estos equipos no impiden que el virus sea expulsado al ambiente y se ponga en peligro de contagio a otras personas. Además de la población, los están usando policías y autoridades como el alcalde de Lima y varios ministros. ¿El Gobierno debería regular su uso?

Texto: Oscar Paz Campuzano

Un policía que prestaba servicio en el distrito de Jesús María, en una zona llena de mercados, farmacias y bancos, usaba un respirador con filtros, de esos que dan la impresión de ser más seguros que las mascarillas comunes y corrientes, y que muchos agentes están usando.

–¿Son más seguros contra el COVID-19? – le pregunté.

–Sí, porque tienen filtros y se cambian cada cierto tiempo– respondió.

–¿Lo compró usted?

–Me lo dio mi unidad, la Dinoes– dijo.

Estos respiradores reutilizables de media cara tienen, como dijo el policía, un sistema de filtros que reduce el riesgo de inhalar gases y partículas peligrosas del aire incluyendo agentes infecciosos como el SARS-CoV-2. Si se usan los filtros correctos, este aparato puede ser una barrera efectiva contra la pandemia.

Tienen, además, un mecanismo llamado válvula de exhalación. Es como una pequeña membrana que se abre internamente para expulsar el aire sin filtrar. Según explican los fabricantes en sus manuales y videos instructivos, esto hace más confortable la respiración.

Algunas mascarillas tipo N95 y similares también vienen con válvulas de exhalación. Son fáciles de ver, pues están en la parte frontal o lateral como una pequeña tapa redonda o rectangular, de color blanco o amarillo, a veces con una especie de rendijas.  Cumplen la misma función que en los respiradores, es decir, facilitar que el aire exhalado salga.

En una serie de documentos y artículos revisados esta semana por El Comercio, se afirma que tanto los respiradores como las mascarillas con estas válvulas pueden proteger del virus a los que se las ponen. Sin embargo, se aconseja que un infectado con el nuevo coronavirus no las use porque podría poner en peligro a personas de su entorno.

Esta advertencia ya la han hecho organismos internacionales de salud como los Centros para Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos de Norteamérica y algunos fabricantes que en este reportaje detallaremos. En el Perú no se ha dicho mucho al respecto y más bien estas mascarillas y respiradores se usan cada vez más entre policías, soldados y la población. Ni las autoridades se han salvado. 

El pasado 4 de mayo, el alcalde de Lima, Jorge Muñoz, acudió a recibir una donación para los albergues de la ciudad. Usó una mascarilla con válvula de exhalación de la marca Steelpro Safety N95. La Municipalidad de Lima contestó que estos protectores dados al alcalde corresponden a un lote de 1.500 mascarillas compradas el 2019 por la Subgerencia de Defensa Civil a un precio unitario de S/4. La proveedora fue Annigoods and Service S.A.C.

También las ha usado el ministro de Defensa, Walter Martos. En esta fotografía del 8 de mayo se le ve dando declaraciones a la prensa junto al ministro del Interior en la Av. Abancay. Su mascarilla N95 con válvula es de la marca 3M.

En esta otra foto del 26 de abril, Martos aparece con una de estas mascarillas del mismo modelo en la conferencia del presidente Martín Vizcarra, en Palacio de Gobierno.

El 4 de abril, un mes antes de ser diagnosticado con COVID-19, el ministro de Agricultura, Jorge Montenegro, usó esta mascarilla N95 con válvula de exhalación de la marca Steelpro Safety en una visita a un mercado itinerante en Independencia. Montenegro cumple cuarentena en su vivienda desde la semana pasada.

El ministro de Defensa, Walter Martos, aparece rodeado de otras personas entre oficiales del Ejército y personal de seguridad que usan estos protectores. Esta fue una visita a un mercado de San Juan de Miraflores el pasado 11 de mayo.

Según policías consultados por El Comercio, los respiradores se los proporcionó la Dirección de Operaciones Especiales (Dinoes) y en otros casos la Dirección de Seguridad Integral de la PNP.

¿Qué se ha dicho en EE.UU.?

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedad de los Estados Unidos de Norteamérica (CDC) emitió un pronunciamiento contundente sobre estos tipos de respiradores el pasado 14  de marzo del 2020, una semana después de confirmarse el primer caso del nuevo coronavirus en Perú.

El artículo se titula “Personal Protective Equipment: Question and Answers” y hace la siguiente pregunta: Mi respirador N95 tiene una válvula de exhalación ¿Está bien?

Los CDC responden que “un respirador con válvula de exhalación proporciona el mismo nivel de protección al usuario como uno que no tiene […] Sin embargo, los respiradores con válvulas no deben usarse en situaciones en las que [se] debe mantener un campo estéril porque la válvula de exhalación permite que el aire exhalado sin filtrar escape”.

La corporación norteamericana 3M señaló en su boletín técnico de abril del 2020 que “la mayoría de los países no permiten válvulas en respiradores quirúrgicos porque las gotas generadas por el usuario, exhaladas a través de la válvula, pueden contaminar un campo estéril”.

“Si bien una válvula no cambia la capacidad de un respirador para ayudar a reducir la exposición de un usuario a bioaerosoles, no se recomienda que una persona que presenta síntomas de enfermedad use un respirador con válvula, porque existe la posibilidad de que las partículas exhaladas salgan y entren al ambiente circundante”, explica 3M.

Modex, otro importante fabricante de talla mundial de protección respiratoria, ha sido más preciso sobre el uso de este tipo de protectores en medio de la pandemia. “Ciertamente, un respirador con válvula no debe ser usado por ninguna persona que haya sido infectada con el coronavirus o que pueda ser un portador asintomático del coronavirus, si se encuentra cerca de otros”.

Si bien el artículo de Modex hace referencia a entornos médicos, vale preguntar si esa misma recomendación debe aplicarse a los mercados peruanos repletos de gente. En el mercado de frutas de La Victoria, el 79% de comerciantes que pasó la prueba rápida estaba contagiado de COVID-19 y no lo sabía. Los asintomáticos –dice la Organización Mundial de la Salud basado en evidencia científica– pueden contagiar el virus a través de las gotas de saliva.

Panorama nacional

Desde principios de abril, es obligatorio el uso de mascarillas para circular fuera de casa. El Gobierno lo dispuso en el DS. N°057-2020-PCM, días después de aprobar un protocolo de confección de mascarillas comunitarias que, en ninguna parte, hace mención a las válvulas de exhalación.

Luego, el 1 de mayo, el Ministerio de Salud aprobó un documento técnico que da recomendaciones para el uso apropiado de mascarillas y respiradores por el personal de salud en el contexto del COVID-19. En la página cinco se precisa que los respiradores de partículas (como las mascarillas N95, FFP2 o equivalentes) deben cumplir varias características entre ellas “no presencia de válvulas”.

Según la Sociedad Peruana de Medicina Intensiva, las mascarillas y respiradores con válvulas de exhalación no deberían usarse en la comunidad por el “alto número de asintomáticos”. Su presidente, el médico Jesús Valverde Huamán, dijo que estos respiradores o mascarillas con válvulas están dando una falsa sensación de protección. “No es posible que un infectado con COVID-19 las use. Si consideramos que todos podríamos ser pacientes asintomáticos, ninguna persona debería usarlas”.

Según la exministra de Salud Patricia García, las mascarillas con válvulas no están hechas para los temas médicos, pero “se están usando porque hay escasez”.

“La filtración es del aire que entra y no del que sale, por lo que se está protegiendo el que las usa, pero sería un poco más riesgoso para las demás personas. Es importante que la gente lo sepa”, dijo aunque su posición no está del lado de prohibirlas.

La ventaja de estas mascarillas y respiradores con válvulas –explicó García– es que permiten respirar mejor y pueden ser más ergonómicos para alguien que los usa todo el día como los policías y militares. “Lo que le quedaría al Minsa más que prohibirlas es hacer una campaña para explicar qué hacer y qué no”.

Las instituciones del Estado han comprado mascarillas “a intermediarios que no tienen conocimiento de la utilidad de estos respiradores porque se dedican a otros rubros como la importación de llantas ¡Qué saben ellos!”, cuestionó Vicente Carulla, represente de Airbox, empresa que fabrica y distribuye equipos de protección respiratoria con certificación europea en varios países de Latinoamérica, incluyendo Perú.

OBL Asociados, empresa que confecciona mascarillas de tela para uso comunitario en Perú, cursó una comunicación el pasado 13 de abril al Ministerio de Salud y otras entidades del Ejecutivo pidiendo “tomar cartas en el asunto de forma inmediata”.

Su representante, Renato Valverde, dijo que el uso de estos implementos con válvulas de exhalación está aumentando considerablemente en la población que las adquiere de manera informal en Las Malvinas y otros puntos de la ciudad.

“Ustedes serán responsables de los contagios o muertes que se pudieran o ya se hayan ocasionado por el uso de mascarillas o respiradores con válvulas de exhalación […] Toda esta información puede ser corroborada por la empresa 3M, MSA, Moldex o Dragüer, todas estas con representantes en Perú”.

En la respuesta enviada por el Minsa a El Comercio se afirma que en los protocolos para el personal de salud no se permiten válvulas de exhalación.

Luego se cita un informe técnico del 11 de mayo del Instituto de Evaluación de Tecnología en Salud e Investigación, de Essalud. Este admite que los respiradores “son un riesgo de contaminación de superficies y de contagio de otras personas”, pero por la escasez de equipos de protección se “recomienda” su uso en áreas hospitalarias donde haya pacientes COVID-19 y con trabajadores de salud debidamente protegidos.

Sobre el uso en trabajadores que no atienden pacientes infectados y no son del sector salud, el Minsa asegura que “estos respiradores con válvulas de exhalación brindan un alto nivel de protección, mayor al ofrecido por una mascarilla comunitaria y quirúrgica” y que los contagios por exhalación se podrían reducir si se usa una mascarilla quirúrgica sobre el respirador.

Ante el uso de este tipo de protectores en ministros, alcaldes y policías, el Minsa aclaró que cada entidad es responsable del equipo de protección que usan sus trabajadores.