Antes de ponerse en marcha, los tres se juntan y repiten una frase a manera de mantra desde que realizan este trabajo, es decir, hace menos de un mes: “En el nombre de Dios que todo salga bien”. Los tres tienen en común que son migrantes venezolanos. Solo José Luis, el que conduce el camión, es el que tiene experiencia previa en tratar con cadáveres. En Venezuela trabajaba como técnico forense. Pero es aquí donde ha visto la mayor cantidad de muertos. La primera dirección de recojo es enviada por Whatsapp por el personal administrativo de Piedrangel, la empresa donde trabajan.