¿En cuántos grupos de Whatsapps estás?
¿Respondes inmediatamente a los mensajes? ¿Opinas en todo?
¿Usas mucho emoticones?
El incontinente
Suele abundar en todo tema disponible elevando la función fáctica del lenguaje a su maxima potencia. Denle atención.
El dedo feliz
Una ansiedad tipográfica lo conmina a ser siempre el primero en responder.
El emoticonero
Ha abandonado el alfabeto en favor de los emoticones. (Elegir la carita feliz adecuada para manifestarse le demanda un considerable esfuerzo emocional).
El mirón
Siempre está, nunca opina.
El errebecista
Siguiendo la escuela filosófica de Ricardo Belmont, se esmera en dar los buenos días, tardes, noches, difunde mensajes positivos, cadenas de oración y comparte fotos de puestas de sol en tiempos de crisis.
El gurú
Un errebecista con pretensiones intelectuales.
El memedependiente
Su comprensión de la realidad está obligatoriamente ligada del meme como expresión básica del pensamiento humano.
El lacónico
Su expresión más extensa es el "ok".
El mediador silencioso
Callado en público, resolutivo en privado. Suele resaltar las tonterias que hablamos el resto, nosotros, por chat.
El Caminante blanco
Solo interviene en horarios random y sobre temas inconexos.