El comercio

Claudio Pizarro:
El adiós del 'Bombardero'

Claudio Bizarro

Por: Miguel Villegas

Era un estudiante de la promoción XVI del Liceo Naval Almirante Guisse que, si hacía falta, se subía a La 39, el viejo bus que pasaba por Aviación. Un flaco alto de rulos que compraba zapatillas en Polvos Rosados, en Higuereta. Un volante 6 con talla de basquetbolista que jugaba al fútbol dos puntos más que el promedio y que, por esa felicidad, debía dormir bien los sábados por la noche. Hubo un tiempo en que Claudio Pizarro no era Claudio Pizarro y, como nos ocurre a quienes lo gozamos, el anonimato era salud, paz; un beneficio. Podía salir a la calle sin que nadie le grite nada, le pida nada, le exija nada.

Pero eso pasó a finales de los 90. Todo esto es el precio de ser el único futbolista peruano que ha puesto en duda el mito Cubillas en el mundo.

Pizarro también es ese futbolista, el de los inicios. El que casi se retira en 1997 para estudiar administración de empresas en IPAE. Y aunque ahora es fácil decir que es el segundo goleador histórico de la Bundesliga (197), que pronto irá al Salón de la Fama de Bayern Múnich de Beckenbauer, o rebotar que Pep Guardiola lo admira, hay una historia detrás que no sirve para calmar a sus odiadores. Que se escribe pero no se lee. Que no da clics.

Alguna vez el ex capitán de la selección tuvo que ser un adulto de 20 años que no podía salir de fiesta con sus amigos. Que no podía ‘boletearse’. La última entrevista de Pizarro en El Comercio fue reveladora: el delantero contó que lo más terrible de ser futbolista es perderse la adolescencia. Desde entonces, los periodistas deportivos han –hemos- opinado sobre él con la curiosidad con que se mira a una criatura de zoológico. Desde el desconocimiento, la emoción o la fobia.

Así ha llegado hasta el momento del retiro, anunciado por él mismo cuando acabe la Bundesliga 2019/2020.

Sí. Esa es la noticia. Para los pizarristas y los antipizarristas. El delantero de los números monstruosos en Alemania y el goleador discreto de la selección se retira. Ni solo bueno ni todo malo. El futbolista que fue. Y como suele ocurrir, hasta quienes lo odian lo empezarán a extrañar.

Quedan sus números: 4 Copas América con Perú, 14 partidos y 4 goles. 5 Eliminatorias, 45 partidos y 6 goles. 85 partidos en total con la selección y 20 goles. Una Intercontinental, una Champions, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes, todos con Bayern Múnich además de 5 Bundesligas y 6 Copas de Alemania. Jugó en la Premier y es ídolo en Bremen. Por menos, el 10%, otros futbolistas peruanos tienen un altar. Ganó todo lo que podía ganar como futbolista de clubes, sobre todo respeto. Pero igual se le discute.

Claudio Pizarro papá lo resumió mejor, el domingo por la TV antes del censo del 2017:

–Si todo el mundo te quisiera, serías Dios.

Los últimos años de futbolista de Claudio Pizarro

Por: Miguel Rocca

Estaba por cumplir 37 años. Y mientras otros, a esa edad, iniciaban la vida post futbolista, como dirigentes, como asistentes de campo o entrenadores juveniles, Claudio tenía ganas de más. Por eso era importante volver a donde todo comenzó (al menos en Alemania).

Pizarro fichó por el Werder Bremen por tercera vez en setiembre del 2015. Ya no era el jovencito que llegó desde Alianza Lima con ilusiones, como cualquier chico que cruza el charco para ganarse la vida en Europa. Era un ídolo, y como tal, tenía responsabilidades que asumir, ante una hinchada que llegaba en masa al aeropuerto para recibirlo. Claudio, como casi siempre, respondió con goles.

Jugó 32 partidos durante toda esa temporada. Anotó 16 goles. Un tanto cada dos partidos. Una locura casi imposible pensando en los 37 años que tenía Pizarro.

Su presente en la selección comenzó a apagarse. Claudio disputó su último partido en marzo del 2016 ante Uruguay en Montevideo. Perú, que venía de empatar en Lina ante Venezuela, perdió por 1-0 en el Centenario y con eso, y con 4 puntos de 24 posibles, asomaba una vez más la incertidumbre y el temor de un nuevo fracaso futbolístico. Nadie tenía idea de lo que estabar por pasar. Pizarro salió por lesión en el duelo con los charrúas y desde allí, no volvió más.

Pasó la Copa América Centenario 2016, a la que Perú fue con una base de jugadores experimentados y una nueva camada de futbolistas (que luego se convirtieron en la base del once de Ricardo Gareca). Pizarro no estuvo en esa convocatoria. Tampoco en los demás partidos de Perú en las Eliminatorias. Ni contra Paraguay en Asunción (histórico 1-4 peruano), ni en la victoria en Quito, ni en el repechaje ante Nueva Zelanda. Claudio ya no era más jugador de la selección peruana.

A pesar de toda la polémica generada en las semanas previas a Rusia 2018 por la presentación de los convocados a la cita mundialista, Gareca decidió no encender más el fuego y presentó una lista de 24 jugadores (se necesitaban 23) en la que no estaba incluido Claudio. El “Bombardero” no iba a cumplir el sueño que tenía, ni el (quizás) único objetivo que le faltaba en su carrera: jugar un Mundial con Perú.

El presente de Claudio no era alentador. La temporada 2017-2018 lo tuvo en el Colonia, un modesto equipo alemán que terminó descendiendo en esa campaña. Pizarro, que tampoco venía bien, solo anotó un gol (en marzo del 2018) en 16 partidos con el conjunto alemán.

Su cuarto fichaje por el Werder Bremen llegó después del Mundial. A punto de cumplir 40 años y con los estragos de una carrera exitosa, pero larga, Pizarro firmó por los lagartos para asumir un rol secundario: entrar en varios partidos, seguramente, pero a disputar pocos minutos. A veces 10 o 15, a veces 30, dependiendo de cómo se fuera dando el partido. Claudio anotó 7 goles en 30 partidos, sacándole el máximo provecho a su poco tiempo de juego.

Con sus números se ganó una renovación más. Esta vez para la temporada 2019-2020. Si la campaña anterior ya algunos problemas de lesiones complicaban su presencia, en esta se ahondarían aún más. Pizarro ha jugado 12 partidos en esta Bundesliga y no ha podido anotar ningún gol. Su equipo, el histórico Werder Bremen, lucha en este momento (y a esta hora, seguramente) por no descender.

Claudio encontró en el fútbol su pasión, pero al costarle decir adiós (41 años y contando), le fue complicado mantenerse exento de lesiones. Las piernas no son las mismas a los 25, que a los 40, y Claudio lo ha comprobado más que todos. Pudo tener otro tipo de despedida, sí. Pero él quiso hacerlo jugando, defendiendo sus colores con la camiseta que le tocase y entregándose al máximo por su equipo.

Adiós, “Bombardero”. Ya puedes despegar.

Un jovencito que irrumpía en Alianza. Entre Tressor Moreno, Waldir y el “Pato” Quinteros, Claudio destacaba, y bastante.

Su mejor temporada con el Werder Bremen fue la 2009-2010. Anotó la impresionante cifra de 29 goles en 40 partidos. Y ya tenía más de 30 años.

En Bayern pudo conseguir el título que le faltaba a su carrera: la Champions League. Los bávaros la ganaron en 2013.

Pizarro celebra su gol a Ecuador. Fue un 1-0 para Perú que nos mantenía con vida en las eliminatorias rumbo a Brasil 2014.

En marzo del 2016 Pizarro jugó su último partido con Perú. Fue en Montevideo, donde el capitán salió lesionado en la derrota por 1-0 ante Uruguay.

La última imagen que nos dejó Pizarro. Más fuera de la cancha que de ella. El 2020, con pandemia incluida, hicieron que su adiós no sea el mejor en el Werder Beemen.

A pesar de que siempre coqueteó con la posibilidad de jugar en Alianza Lima antes de su retiro, esto no se pudo dar. Igual el cariño de Pizarro para con los íntimos, siempre queda.

Las portadas del 'Bombardero'