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El WhatsApp de Picap: desde acoso a pasajeras hasta pornografía infantil

Los choferes de Picap, el app de ‘taxi’ en moto, un servicio ilegal en el Perú, se organizan por WhatsApp para invadir paraderos informales de Lima, comparten datos personales de pasajeras, como fotos, nombres y ubicación, planean ataques armados y hasta comparten material ilícito.

13 de noviembre del 2019
Picap Perú En línea
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En este chat, los nombres han sido cambiados, pero todos los mensajes son reales.

Edgar

Chata blanca, tetona, no mucho rabo, riquita para su tamaño

Edgar

Pero culote

Diego

Foto pe csm para ver las teteras

Edgar

Ya la busqué por ti mano

Manuel

Qué ricas chichis mano!

Diego

Sii, ya vi donde trabaja

Edgar

¿El SOAT cubre violación?

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Varios de los choferes de Picap reconocen estar con requisitoria policial en sus conversaciones. Los miembros del chat Picap constantemente comparten fotos y videos de ellos consumiendo drogas en plena jornada laboral. Conducir bajo los efectos de estupefacientes es una infracción de tránsito considerada muy grave (M01), que además es un delito según el Código Penal (igual que conducir ebrio).

Daylon

Armando el tronchito causas

Daylon

¿Quién llega?

Daylon

Cuando quieran hacemos el junte para que lo prueben

Paul

Habla bien! Rótalo mano

Gerardo

Están en marihuana

Gerardo

Pasen su ubicación, les caigo con todo

César Junior

Yo salgo en un toque todavía

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En algunas conversaciones sus miembros instan a tomar un paradero informal de manera violenta utilizando armas de fuego con frases como “bajen con fierro”, “vamos en mancha”, “el todo por el todo por los pasajeros”, “hay que tirarles piedra a los corredores para que se metan a huelga otra vez”.

Chamaco

Mano, un llenador de colectivos me quiere botar en Javier Prado

Anderson

Vamos a cargarlos hablen. Voy a llamar a mis causas con fierro csm, están bien huevones esos

Chamaco

Habla bien mano ptm, vamos en mancha y los sacamos a balazos

Yordi

En mancha son machitos

Alejandro

A mi también me querían botar el otro día, pero no les paré balón, te joden en mancha

Chamaco

A la firme, tenemos que ir en grupo, 4 o 5 punteros y paramos bronca ahí, ni que fueran dueños de esa zona, para desahuevarlos!

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Hace unos días, otro miembro del chat compartió un link de Internet con presunta pornografía infantil. En la invitación para abrir el enlace se observa la foto de una menor de edad con la siguiente descripción: “violaciones, colegialas, sin censura”.

Jierson

Métanse gente!

Ángel

Que fueee

Jierson

Para toda esa gente que le gustan chibolitas

Paul

Bien ahí mano

Ronny

Suave, no te vayan a chapar los tombos

El propio representante de Picap en el Perú ha interactuado en este chat. Se llama Matías López-Therese y tiene 22 años.

Matias

Mañana con todo gente, activados desde las 5:00 a.m. Que por lo del paro de corredores va a estar pintando como cancha, ya saben ya.

Miki

¿Dónde será el punto de encuentro?

Matias

Todo lado, están apagando todos los corredores hasta las 8:00 a.m.

Moisés

La gente va a estar como loca

Matias

¿Qué quieren hacer, paradero?

Matias

Mejor por Picap, amigos, porque sino te chapa el tombo y sonaste, hacen que el usuario descargue la aplicación y al toque te chapa la carrera. Si el tombo te chapa haciendo taxi en paradero, sonaste, por eso siempre es mejor por Picap, ahí no puede decir nada.

A pesar de que sus miembros se graban consumiendo drogas y presumen toda clase de inconductas López-Therese no rechazó este tipo de acciones durante semanas. Hace unos días, cuando representantes de los corredores anunciaron una paralización de sus servicios, escribió en el chat: “Mañana con todo gente activados, por lo del paro de corredores va a estar pintando como cancha”.

Ayer, unas horas después de que El Comercio solicitara sus descargos por correo, López-Therese abandonó el chat luego de escribir: “Voy a salirme del grupo. Comentarios que se hacen aquí no representan mis valores personales. Yo fui incluido aquí por el único hecho de poder ayudarlos. Ello no quiere decir que yo comparta o valide las ideas o comentarios”.

El representante de Picap en el Perú también conduce y ha cometido imprudencias al volante. Ha sido multado por circular sin SOAT (M28) y no respetar la luz roja (M17).

La Defensoría del Pueblo anunció que trasladará la información a la fiscalía sobre eventuales delitos mostrados a través de este chat, como compartir presunta pornografía infantil, consumir drogas al volante o repartir información privada de pasajeras.

Según el abogado penalista Carlos Caro, citando el Código Penal, promover o compartir pornografía infantil puede ser penado con hasta 10 años de cárcel.

Violar la intimidad de una persona compartiendo sus datos personales por algún medio de comunicación puede ser penado con hasta 8 años de cárcel.

La empresa Picap, mediante un comunicado, anunció anoche una investigación para determinar si las personas que han compartido este contenido son choferes de la app y, de ser así, serán separados.

“Se trata de un grupo espontáneo y abierto en el que se incluyó involuntariamente a Matías López-Therese como invitado, y en el cual solo permaneció con el fin de apoyar consultas [...] de paso, entender toda la información que mencionan a manera de infiltrado para mejorar nuestros protocolos y la seguridad de la APP”, se lee en el comunicado.

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El caso Picap

En setiembre de este año, El Comercio publicó una serie de reportajes revelando que Picap, aplicación colombiana que opera en Lima desde hace varios meses, recluta a choferes incluso sin licencia de conducir y sin siquiera constatar que tienen una moto. Este Diario también demostró que Picap no se asegura de que sus choferes sepan manejar.

Pero lo más grave llegaría a inicios de octubre, cuando se tuvo acceso a conversaciones de un chat entre sus integrantes. El grupo de WhatsApp se llama Picap, tiene el logo de la empresa como foto de perfil y es integrado por cerca de 270 choferes de la aplicación.

En las conversaciones, varios de ellos reconocen que están con requisitoria policial. Algunos integrantes del chat constantemente comparten fotos y videos de ellos mismos consumiendo drogas en plena jornada laboral. Conducir bajo los efectos de estupefacientes es una infracción de tránsito considerada muy grave (M01), que además es un delito según el Código Penal.

También comparten la identidad y la ubicación de algunas pasajeras, exponiéndolas a cualquier peligro. Hace apenas dos días, uno de ellos compartió fotos y los datos personales y de la empresa donde trabaja una joven cliente. Usando un lenguaje obsceno, la describió físicamente e incluso indicó la hora en que fue llevada, convirtiéndola en una potencial víctima de acoso.

En otras conversaciones, los miembros del grupo instan a tomar un paradero utilizando armas de fuego con frases como “bajen con fierro”, “vamos en mancha”, “el todo por el todo por los pasajeros”, “hay que tirarles piedra a los corredores [viales] para que se metan a huelga otra vez”.

Hace unos días, otro participante del chat compartió un link de Internet con presunta pornografía infantil. En la invitación para abrir el enlace se observa la foto de una menor con la siguiente descripción: “violaciones, colegialas, sin censura”.

Picap en la mira

El servicio ilegal de ‘taxi’ colectivo en motocicleta opera en Lima de manera impune, tanto así que tienen aplicación móvil: Picap tiene cientos de descargas en el Perú. Su estrategia es la promesa de un viaje “más rápido y barato que el taxi o el auto”. Sin embargo, muchos usuarios ignoran el peligro al que se exponen.

Para constatar el potencial riesgo que implica contratar este servicio, la campaña #NoTePases de El Comercio también decidió probarlo desde el punto de vista del pasajero. Una vez que abordamos la motocicleta, empezó una apurada carrera serpenteante entre autos y buses. El motociclista, en menos de diez minutos, cometió ocho infracciones de tránsito equivalentes a S/3 mil: se pasó tres veces el semáforo en rojo y hasta circuló contra el tráfico para evadir la congestión.

Al margen del peligro al que estos choferes exponen a sus clientes, este servicio es ilegal, según el abogado Lino de La Barrera, especialista en materia vial. “Es informal e ilegal porque la Ley General de Transportes prohíbe el servicio de transporte público en un vehículo de dos ruedas”, señala De La Barrera.

Ese mismo mes, un colaborador de El Comercio intentó convertirse en chofer de Picap, a pesar de no tener una moto ni saber manejar estos vehículos, y fue aceptado en dos días como parte de la flota de choferes. Al momento de postular, consignó un certificado de SOAT en blanco y una placa de rodaje que no era de moto, sino de un auto sedán fuera de circulación.

Según el cuerpo de bomberos, 13 de cada 30 accidentes de tránsito atendidos por esta institución tienen a motociclistas involucrados. Sumado a ello, es común ver a motorizados de empresas de reparto a domicilio, como Glovo y Rappi, realizando carreras como choferes de Picap en paralelo, obligando a sus pasajeros a llevar las pesadas mochilas cuadradas que trasladan los productos.

Lucha tecnológica

¿Quiénes son los responsables de limitar el uso de aplicaciones de servicios de movilidad prohibidos? Formulamos esta pregunta a Bruno Ortiz, periodista de El Comercio especializado en materia tecnológica.

“Ya que Google no puede decirle a los creadores de la aplicación que la retiren, creo que puede haber una salida viable: que la autoridad competente –ya sea el Ministerio de Transportes y Comunicaciones o los gobiernos locales– se comunique directamente con Google y le demuestre, con la documentación adecuada, que el uso de esa aplicación va directamente en contra de las leyes peruanas. Con eso podrá solicitarles que esta aplicación deje de aparecer para descarga en la tienda de aplicaciones para los usuarios peruanos. Es una lucha tecnológica”.

Hace un mes, el titular del Ministerio de Transportes, Edmer Trujillo, anunció a El Comercio que el Viceministerio de Comunicaciones iniciaría conversaciones con encargados de los sistemas operativos internacionales para limitar la descarga de esa app en el Perú. Sin embargo, aún no tenemos noticias sobre los avances de este pedido.

Los representantes de Picap en Colombia defienden su actividad empresarial en nuestro país. “Aunque en Perú el servicio transporte público en moto está prohibido, nosotros prestamos un servicio de transporte privado dentro de un ecosistema privado, para el cual aclaramos que estamos en la mejor disposición para que este tipo de transporte privado sea regulado con las autoridades peruanas”, dijo Héctor Neira, cofundador de Picap, y explicó que su servicio se diferencia de un taxi público.

A pesar de que dicen ser conductores privados, Picap en el Perú tiene anuncios en vallas publicitarias donde mencionan que se trata de un servicio de “taxi en moto”. Esta empresa también tiene publicidad en una radio y contratos con ‘youtubers’, que tienen miles de seguidores para promover sus servicios.