Los chats que mostramos en este especial fueron elaborados en base a conversaciones reales que tuvieron agresores y sus víctimas, en diferentes años, lugares y situaciones. La mayoría de mujeres que aceptó publicar sus mensajes aún viven con miedo de ser agredidas. Sin embargo, aceptaron evidenciar los chats para poder mostrar a otras mujeres que la violencia también es control, celos, manipulación, chantaje y amenazas.

Fiscales que han visto casos de agresión a la mujer que han terminado en feminicidio, relataron que si bien no se puede elaborar un solo perfil del agresor de mujeres, sí se puede identificar cuándo el lenguaje es violento y puede ser una señal de alerta ante posibles agresiones.

Incluso, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) elaboró una aplicación llamada Toxímetro para poder identificar cuando las relaciones de pareja se convierten en tóxicas. Algunas situaciones que se pueden dar en este tipo de relaciones, según esta aplicación, son:

Llamadas de auxilio

¿Qué puede hacer una mujer cuando es agredida o siente que puede ser víctima de agresión? Algunas víctimas de agresión psicológica y física nos han comentado que es difícil reaccionar ya que el miedo que se siente es inexplicable. “Preferimos el silencio”, dicen. Sin embargo, en los últimos años más mujeres se han atrevido a llamar a servicios de ayuda como la Línea 100 del MIMP.

Solo entre enero y octubre del 2018, esta línea atendió 1 millón 34 mil llamadas de auxilio. De ellas, 60.512 fueron para denuncias casos específicos de violencia contra la mujer.

Según contó Betty Olano, entonces directora ejecutiva del Programa Nacional Contra la Violencia Familiar y Sexual del MIMP, los casos más severos y de urgencia o considerados de alto riesgo se reciben durante la madrugada.

“El 40% de llamadas efectivas son de las víctimas directas. Hay un 15% que vienen de personas que no quieren decir su nombre. Nosotros mandamos a un equipo para validar el caso”, precisa Olano.

La mayoría de las llamadas telefónicas es por violencia física y le siguen las que son por violencia psicológica. Lo contrario de lo que sucede en los Centros de Emergencia Mujer (CEM).

En esta central telefónica hay 1.231 personas atendiendo las llamadas en cuatro turnos distintos. Las personas que atienden son psicólogos y abogados.

Susana Santibáñez, supervisora del turno mañana de la Línea 100, cuenta que durante la recepción de llamadas se van obteniendo los datos para poder identificar el perfil del agresor y si la mujer está en un ciclo de violencia. “Ellas dicen mi esposo me golpea, pero luego me llora, me ruega y me dice que no lo va a volver a hacer. Tratamos de explicarle que eso es un ciclo de violencia que tenemos que cortar y no va a cambiar. Muchas de las víctimas normalizan el tema de violencia”, precisa.

En base a las llamadas que reciben en esta línea se pueden identificar algunas frases que revelan que las mujeres son víctimas de agresión: