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Ipsos: 38% aprueba la unión civil entre personas del mismo sexo

El apoyo al derecho a adoptar niños por parte de parejas homosexuales casi se duplicó desde el 2013. Sin embargo, estigmas contra población LGTBI aún están presentes.

Texto: Ariana Lira Delcore Desarrollo: Armando Scargglioni C.

No son “unos cuantos”. En el 2020, Ipsos Perú, por encargo del Ministerio de Justicia, midió la cantidad de personas adultas en el país que se identifican como no heterosexuales. En este, 8% dijo identificarse con una orientación sexual no heterosexual. Son, pues, más de 1,7 millones de personas que, en el Perú, no tienen los mismos derechos que el resto. En el marco del mes del orgullo LGTBI, Ipsos realizó un nuevo estudio para conocer las actitudes de los peruanos hacia la población homosexual. Hoy, día internacional del orgullo LGTBI, publicamos los resultados.

Lento, pero seguro

De acuerdo al estudio 38% de peruanos aprueba la unión civil entre personas del mismo sexo, siete puntos más que en el 2014, cuando se midió por primera vez el apoyo a la medida. Desde entonces, la aprobación ha ido en aumento, aunque de manera lenta.

“Lo que vemos es que hay un aumento lento pero sostenido del apoyo”, señala Lucía Wiener, directora de proyectos de Ipsos Perú.

En cuanto al derecho a adoptar niños por parte de parejas del mismo sexo, 32% se mostró a favor. La aprobación casi se ha duplicado en comparación al 2013, cuando se midió por última vez. En esa ocasión, solo 17% aprobaba la medida. Según Wiener, es probable que, si la cifra se hubiera medido año a año –como ocurre con la unión civil–, esta también habría mostrado un aumento lento, pero sostenido.

¿Qué opinan los peruanos sobre los siguientes temas?

  • unión civil y
    matrimonio igualitario
  • adopción
    homoparental
  • estereotipos hacia las personas homosexuales

Para Karenina Álvarez, presidenta de Familias Homoparentales Perú (FHP), una asociación fundada en el 2018 con la finalidad de brindar soporte y visibilidad a familias LGTBI, aunque el estudio es alentador, “aún hay muchos sesgos por vencer”. La comunicadora, quien tiene una hija de 11 años y uno de 4 con su pareja del mismo sexo, asegura que quienes resultan más desprotegidos ante la imposibilidad de la adopción son los niños. A ellos, la ley peruana no los reconoce como hijos de ambas madres. En el 2017, un estudio del INEI encontró que el 10.3% de personas LGTBI en el Perú tienen hijos, de los cuales casi el 70% no están legalmente reconocidos.

“En FHP tenemos familias que tienen hijos mayores de 20 años y siguen esperando derechos. Nuestros hijos, lamentablemente, no tienen los mismos derechos de las familias heteroparentales. Y esto es muy duro”, cuenta Álvarez.

Doris Argumedo, docente del departamento de Psicología de la Pontificia Universidad Católica del Perú, precisa que, pese a que el principal estigma en contra de la adopción homoparental tiene que ver con un temor respecto de la salud mental de los niños, “no existe evidencia empírica que fundamente esos miedos”.

“Está comprobado que los hijos de familias homoparentales no tienen mayores indicadores de psicopatía en comparación a familias heterosexuales”, explica. Asimismo, la especialista asegura que, cuando se ha encontrado indicadores psicopatológicos, estos no responden a la funcionalidad familiar, sino al contexto social y cultural que los margina.

Por otro lado, Argumedo señala que, según estudios cualitativos, la única diferencia que se ha encontrado es que las personas hijas de padres o madres homosexuales son “altamente sensibles, con mucha capacidad de empatía y respeto por la diversidad a todo nivel”.

Tanto en la unión civil como en la adopción por parte de parejas del mismo sexo, el estudio muestra un mayor apoyo en Lima Metropolitana y en las zonas urbanas. Asimismo, la aprobación es mayor en los sectores socioeconómicos más altos, en las personas más jóvenes y en las mujeres.

Según Alexandra Hernández, directora ejecutiva de Más Igualdad Perú, una asociación que busca visibilizar y promover los derechos de las personas LGTBI, la diferencia en la aceptación entre las zonas urbanas y rurales responde a que “por cuestiones culturales, entendemos y pensamos la familia de otras maneras”. Por ello, señala que es de fundamental importancia realizar campañas que visibilicen y normalicen las parejas LGTBI que existen en las distintas regiones y zonas del país. Una de estas es la campaña “Sí, acepto Perú”, que busca crear sensibilización sobre las uniones no heterosexuales y pedir la aprobación del matrimonio igualitario.

La importancia de la visibilización

Para Wiener, el incremento del apoyo a la unión civil y a la adopción por parte de parejas del mismo sexo podría explicarse por la creciente presencia de las propuestas en el debate público, sumada a los constantes esfuerzos de entidades gubernamentales y privadas por visibilizar las parejas del mismo sexo.

Hernández, directora ejecutiva de Más Igualdad Perú, una asociación que busca visibilizar y promover los derechos de las personas LGTBI, coincide en que el aumento del apoyo a estas medidas es un efecto de la mayor visibilidad de familias no heterosexuales. Casos de personas reconocidas como el de la campeona mundial de surf Sofía Mulanovich y el productor de televisión Ricardo Morán, ambos homosexuales y con hijos, han jugado a favor de la aceptación por parte de la opinión pública.

“Esos casos van teniendo un impacto en la percepción general de la opinión pública, y poco a poco pueden ir generando que el tema cobre más peso en la agenda”, coincide Wiener. De acuerdo con la directora de proyectos de Ipsos Perú, el aumento de la presencia de estas demandas en la agenda pública resulta fundamental para lograr que se traduzcan en políticas públicas.

“Estos temas, para llegar a ser verdaderas reformas, tienen que pasar por un proceso. Primero, deben llegar a ser parte de la agenda pública, ser una demanda ciudadana. Eso pasa por un cambio de percepción y sensibilización frente al tema, y creo que estamos en ese proceso”, dice.

Por ello, Hernández enfatiza en la necesidad de hacer visibles a las parejas no heterosexuales.

“En los estudios sobre homofobia se ha encontrado que, cuando conoces a parejas LGTB, se reduce tu nivel de homofobia. La visibilidad de las personas en su día a día se empieza a naturalizar, creo que ese efecto cotidiano ayuda muchísimo”, señala.

Estigmas: el principal obstáculo

Pese al aumento de la aprobación de medidas como la unión civil y la adopción por parejas del mismo sexo, el estudio de Ipsos no muestra avances en el derrocamiento de estereotipos que estigmatizan a la población LGTBI. Por ejemplo, un 19% continúa pensando que la homosexualidad es una enfermedad, la misma cifra que en el 2019, pese a no ser cierto: la Organización Mundial de la Salud dejó de considerar la homosexualidad como una enfermedad mental en 1990, y la Asociación Estadounidense de Psiquiatría lo hizo en 1973.

Asimismo, el porcentaje de personas que piensa que el VIH es una enfermedad de personas homosexuales y trans (31%) no varió desde el 2019. Hernández explica que, si bien hay una cuestión estadística que no se puede ignorar, “este tipo de ideas no se derivan de un tema puramente estadístico, sino de un estigma que existe especialmente contra personas trans y contra hombres homosexuales y bisexuales”.

“El estigma nace cuando comienza la epidemia, y los propios medios de comunicación empezaron a crear una narrativa de ‘la peste gay’ o el ‘cáncer gay’, que es completamente dañina y de la cual ha sido muy difícil desligarse. Por supuesto que las personas heterosexuales también tienen riesgo (de tener VIH)”, señala.

Según la psicóloga, además, el estigma representa un peligro para la salud pública, pues no solo evita que exista una prevención adecuada en personas heterosexuales, sino que, por temor a la discriminación, genera resistencia en las personas LGTBI para pedir ayuda.

Por último, 40% dijo creer que es peligroso dejar a un niño o niña con una persona homosexual.

Hernández considera que un motivo por el cual persisten estereotipos como estos es la existencia campañas lideradas por colectivos como Con Mis Hijos No Te Metas, que fomentan creencias falsas sobre la población LGTBI.

“Estas campañas tratan de instalar y reforzar estos estereotipos, como que es peligroso dejar a los niños con personas homosexuales, cuando no hay ninguna evidencia de ello”, asegura.

Para Wiener, atacar estas creencias es una tarea primordial para lograr que se aprueben leyes que reconozcan los derechos de las personas LGTBI.

“Mientras no se ataquen estos estereotipos y no se trate de cambiar la mirada que un sector grande de la población todavía tiene hacia esa población, va a ser difícil empujar temas de derechos en la agenda”, asegura.

Ficha técnica: Encuesta efectuada cara a cara en hogares por Ipsos Perú a 1201 personas mayores de 18 años de todos los NSE en el ámbito nacional urbano-rural entre el 11 y el 13 de junio del 2021.