Fue identificada por primera
vez el 24 de noviembre en
Sudáfrica y ya se han
reportado casos en Países
Bajos, Australia, Alemania,
Israel, Hong Kong, Reino
Unido, España, Japón y Brasil.
El 26 de noviembre la
Organización Mundial de la
Salud (OMS) la clasificó
como preocupante y la
denominó con la letra griega
Ómicron.
Es de preocupación porque
presenta varias mutaciones
que podrían afectar a las
características del virus,
como la facilidad para
propagarse o la gravedad de
sus síntomas.
Todavía no está
determinado si al igual
que la Delta es más
transmisible. Se
realizan estudios
epidemiológicos al
respecto.
Se desconoce si el
cuadro clínico de la
infección por la variante
Ómicron es más grave
que el ocasionado por
otras como Delta.
Hasta ahora no se ha
reportado muertes por
infección con esta
variante.
Uno de los casos de Ómicron
detectados en Japón es el de un
peruano de 25 años que llegó
luego de hacer escala en Brasil y
Qatar. Se desconoce dónde se
contagió y su estado es estable.
Según datos preliminares,
las personas que han tenido
COVID-19 antes podrían
infectarse de nuevo por
esta variante con más
facilidad.
La OMS recomienda continuar
estas medidas: distanciamiento,
uso de mascarillas, ventilación de
espacios, evitar aglomeraciones,
lavado permanente de manos,
cubrirse al toser o estornudar y
vacunarse.
El organismo señala que
todas las vacunas utilizadas
actualmente continúan
previniendo con mucha
eficacia los síntomas graves
y la muerte por COVID-19.
Textos: Rocio La Rosa
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