En 1980 Sendero Luminoso comenzó la violencia terrorista en Ayacucho para luego trasladarla a Lima sembrando destrucción y miedo entre los peruanos.
Después de 60 años de existencia política, el APRA llegaría a Palacio de Gobierno de la mano de Alan García Pérez, por entonces el presidente más joven elegido democráticamente.
Serían sus medidas económicas, como la estatización de la banca, las que llevarían al Perú a una severa inestabilidad y al alejamiento de la comunidad internacional, tras el anuncio de solamente destinar el 10% del monto de nuestras exportaciones al pago de la deuda externa.
En este ambiente político nace el Movimiento Libertad encabezado por el escritor peruano Mario Vargas Llosa. Mientras tanto Sendero Luminoso y el MRTA adquirían protagonismo mediante violentas asonadas y ataques terroristas perpetrados en contra de la población.
La llegada del Papa Juan Pablo II, en 1985, trajo esperanza al pueblo peruano que acudió en masa a su encuentro en costa, sierra y selva.
Las décadas del 80 y parte de los 90 estuvieron marcadas por el abandono de las poblaciones más vulnerables, la hiperinflación, las colas para comprar gas, pan, azúcar y todo tipo de productos, los coches bomba y los apagones.
El 26 de enero de 1983 ocho periodistas de diversos medios de comunicación, junto a sus dos guías, fueron asesinados en las alturas ayacuchanas de Uchuraccay. La comisión investigadora nombrada por el gobierno concluyó que la matanza fue perpetrada por los comuneros que confundieron a los periodistas con terroristas.
Poco a poco, la sangre y destrucción que parecían lejanos comenzaron a sentirse en la capital cuando las torres de alta tensión comenzaban a ser destruidas y los coches bomba comenzaron a explotar en bancos y entidades públicas.
En esta crisis política y económica la cultura fue relegada a un segundo plano. Sin embargo, el 14 de setiembre de 1988 un equipo de arqueólogos del museo Brüning, dirigidos por Walter Alva, realizó en Lambayeque el descubrimiento de la tumba con los restos del Señor de Sipán.
La participación de Perú en el Mundial de España 82, con gira previa y apretón de manos con el futbolista Michel Platini, y la obtención de la medalla de plata de nuestra selección de vóley, en los Juegos Olímpicos de Seúl 88, marcarían el final de una época dorada para el deporte peruano.