A mediados de agosto, el fiscal Bonilla Pavel junto a los agente al Departamento de Investigación Criminal de Bellavista dieron un golpe a una de las presuntas organizaciones criminales más sanguinarias y con más denuncias por extorsión que operaban en el Callao. Se trataba de la banda liderada por Eduardo Moreno Penagos, conocido como ‘Caracortada’, sindicado, entre otras cosas, de cobrar cupos en el Primer Puerto, especialmente en obras en el Malecón de la costanera y en el distrito de La Perla.
‘Caracortada’, de acuerdo a las autoridades, no era un delincuente cualquiera. Además de acumular denuncias por extorsión, las investigaciones arrojaron que se dedicaba a la comercialización de drogas, el sicariato y que los miembros de su presunto grupo criminal poseían armas de fuego con las cuales amedrentaban o ejecutaban a los que se cruzaban en su camino. Las pesquisas también indicaron que la primera fuente ilícita de dinero que tuvo esta banda fue el cobro de cupos a los colectiveros que venían de la Av. Javier Prado hasta el Óvalo La Perla. Actividad que comenzó desde noviembre del año pasado.
El Comercio tuvo acceso a la declaración de unos testigos de la investigación, quienes señalaron que en febrero de este año el propio ‘Caracortada’, a bordo de una minivan, se acercó a los colectiveros estacionados en el Óvalo La Perla y les dijo que en adelante le debían de pagar a él si querían seguir trabajando en esa ruta. La tarifa inicial era de 2 soles por auto, siete por van de 7 pasajeros y 5 para los que llevaban 10 pasajeros. Para ello, colocó a uno de sus hombres en los paraderos. Luego, esta subió a 13 soles por vuelta.
Una de las modalidades que utilizaba esta banda para amedrentar a los choferes era infiltrar a uno de los suyos como pasajero con un arma de fuego en el bolsillo, relató uno de los testigos. Esta presunta organización criminal no tenía la necesidad de empadronar a los vehículos pegándoles stickers, los miembros llevaban un registro de los choferes. Sus vigilantes se colocaban en los paraderos y hacían las veces de “jaladores”.
En el operativo de captura a Eduardo Moreno, que antes estuvo preso en el penal de Challapalca por homicidio calificado, también fueron arrestadas otras 14 personas y se allanaron 17 inmuebles donde se encontraron armas de diferente calibre y municiones. De igual modo, se intervino a dos policías en Ventanilla (un mayor PNP y un suboficial de tercera PNP) como parte de la organización que garantizaba su impunidad.
Hasta el momento, las autoridades no han podido determinar cuántos vehículos fueron los afectados en el cobro de la extorsión, que, además está prohibido en ambas jurisdicciones. Pero sí tienen claro de que si tomaban la Av. Javier Prado era muy probable que su dinero terminaba en los bolsillos del ‘Caracortada’ del Callao.