Retrovisor: historia de una foto
Ni YouTube puede con esa eternidad: dentro del Archivo Histórico de El Comercio está contada la historia del Perú desde que este diario apareció, el 4 de mayo de 1839. Capítulo a capítulo, allí descansa. En nuestra nueva página Retrovisor, podrás encontrar la historia detrás de las fotos más reveladoras que conservamos.
Archivo de El ComercioUna cruzada por los niños con poliomelitis Lima, 22 de octubre de 1967
Por: Jean Pierre AndonaireA inicios del siglo XX, la polio se convertía en uno de los males más temidos en el mundo. El pánico era colectivo: cada año, cientos de miles de niños que días antes gozaban de excelente salud, se veían repentinamente paralizados. En 1953 la esperanza llegó con nombre y apellido: Jonas Salk. El científico estadounidense tenía 39 años cuando publicó sus hallazgos, no comprobados, sobre la paralizante enfermedad en una pequeña revista científica.
Dos años después desarrolló la vacuna. La vacuna Salk apareció en abril de 1955 y en mayo ya estaba en el Perú. Fuimos uno de los primeros países de Sudamérica en aplicar este tipo de vacunación preventiva. Pero el proceso para controlar la polio fue largo y pasó por muchas etapas. Más adelante, el mundo tendría una nueva solución contra la enfermedad: la vacuna oral del virólogo polaco Albert Sabin, aprobada en 1962. Este descubrimiento sería indispensable para las primeras inmunizaciones masivas en nuestro país. A mediados de los 60 se seguían registrando 600 casos de poliomielitis al año en el Perú.
El viernes 29 de octubre de 1965, el presidente del Gabinete y ministro de Salud Pública, Daniel Becerra De la Flor, anunció una campaña nacional de vacunación para erradicar este mal. El plan empezó con 3 millones de vacunas orales (inyectable de Sabin) e inmunizaría solo a niños de 6 meses hasta los 6 años.
El año siguiente se logró inmunizar a más del 80 % de los menores de 1 a 8 años de la capital y en setiembre de 1967 se realizó otra gran jornada. En Lima, más de 3 mil personas entre médicos, enfermeras y auxiliares trabajaron incesantemente en 878 puestos abiertos a nivel distrital. En octubre se aplicaron 250 mil vacunas más, pero alrededor de 70 mil niños no recibieron la dosis porque sus padres no cooperaron. Un hecho que no sucedió en el Callao.
Ahí los padres chalacos se ofrecieron a vacunar ellos mismos a sus propios hijos, ayudando a que el personal del Área de Salud llegue a todo el puerto. Colas como las que se ve en esta foto eran las postales del momento. Pero a diferencia de otras colas históricas, estas tenían rostros de esperanza.