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De la casa de ejercicios para señoras limeñas se conserva actualmente la portada baja de la antigua fachada y su traza. Inaugurado en 1752, el edificio original se había formado de la finca que heredó María Fernández de Córdova y Sande de su padre Lorenzo Fernández de Córdova y Sande, señor de la villa de Valdemoro, y de la colindante, destruida tras el terremoto de 1746, que adquirió por el valor de ocho mil pesos. Al demoler ambos inmuebles, María Fernández hizo erigir en él una nueva fachada simétrica con su portada. Esta estaba labrada a la usanza local y poseía, según describe el padre jesuita Baltasar de Moncada, encargado de la dirección de los ejercicios de la casa, una tarja con la inscripción "Casa de Egercicios. Puerta de el Cielo (sic)", además de un pequeño nicho, posiblemente, con un corazón en él. En los altos de la fachada se abrieron cinco ventanas y entre ellas existían cuatro cartelas con coplas referidas al paso transitorio de la vida. Al igual que en la fachada, una constante alusión escrita y visual sobre la vida y la muerte se desplegó en el interior de la casa como un programa pictórico emblemático. Para ello se colocó en los distintos ambientes de la casa una serie de pinturas que seguían el programa de los Ejercicios espirituales de San Ignacio Loyola, publicados en 1548, y teniendo como referentes visuales a grabados flamencos aparecidos en los siglos anteriores. La fachada del edificio fue reconstruida en el siglo XIX y su interior en la primera mitad del XX, aunque aún se mantiene parte de la planta de la casa cuyo patio principal se comunica a la reformada capilla.

Investigación paras Prolima: Pablo Cruz. Fecha de Revisión 26/11/2020.