---

Durante el siglo XVII el inmueble perteneció a los herederos de Pedro Gavilán y González de la Torre, por lo que al antiguo predio se conoció como “Casa de los Gavilanes”. En 1732 el arzobispo Diego de Morcillo Rubio de Auñón, dona a su sobrino Alfonso Carrión y Morcillo una casa “en la calle que va de la puerta falsa del Colegio Máximo de San Pablo para la Merced”. En 1867, el Estado adquiere la propiedad para que allí funcione la imprenta oficial, que reformaría Manuel A. Fuentes, y mucho después la Dirección General de Enseñanza. Posiblemente los trabajos de construcción concluyeron en 1890.

Investigación para Prolima: Pablo Cruz.