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Vendida originalmente por la abadesa Francisca Cabrera y Gallegos en 1746 a Rafael Gordillo y Salazar apenas un mes después del terremoto de Lima. Luego de una serie de herencias y propietarios, la finca fue comprada en 1866 por comerciante y carpintero francés Juan Bautista Malherbe, responsable del aspecto actual del inmueble. La casa era conocida como Malherbe y Cía, incluso tras su muerte en 1916, por funcionar allí su almacén y tienda de catres, muebles, alfombras y papeles. La solvencia del próspero empresario le permitió remodelar la finca, cuyos bajos le sirvieron de acceso a la casa y tienda y los altos fueron provistos de un balcón cerrado, el cual corresponde a su último periodo de producción bajo una decoración inspirada en la arquitectura serliana.

Investigación para Prolima: Pablo Cruz.