La intervención de la naturaleza

Javier Silva Meinel. El fotógrafo recupera una obra que simboliza esa presencia humana que altera o irrumpe en lo natural y termina siendo una amenaza para la vida.

Formado como fotógrafo en la década de 1970, Javier Silva Meinel ha construido una vasta obra en la que se funden lo subjetivo y lo documental, la figura humana y el paisaje; con lo cual crea una nueva realidad que sorprende y que invita no tanto a la contemplación de una imagen, sino sobre todo a la reflexión. En este objetivo cobran importancia su apuesta por el blanco y negro y su decisión de componer sus imágenes a partir de elementos mínimos, como telones o paneles. Su obra es, en ese sentido, heredera de esa fotografía ambulante, dispuesta a captar personajes y entornos. Como él mismo dice, pertenece a una generación que “trató de hacer su propio camino y salir adelante” en un momento en que la fotografía casi no formaba parte del circuito del arte local. Por eso fue crucial en su carrera acceder a una beca Guggenheim, en 1990, lo cual le permitió abrir su trabajo al ámbito internacional, a través de diversos espacios, como la galería Throckmorton Fine Art, en Nueva York, un reconocido centro de promoción de la fotografía de autor.

“He colocado en primer plano fotografías de personas que interrumpen un paisaje prístino”.

El trabajo principal que Silva Meinel presenta al proyecto De Voz a Voz Perú no es nuevo, pero le sirve para describir este tiempo. “Lo escogí –afirma– porque viene a colación con la situación que estamos viviendo. En este caso, he colocado en primer plano un panel con fotografías de personas que interrumpen un paisaje prístino, natural, hermoso. La imagen fue hecha en el Sequión, dentro de la reserva de Paracas”. Esta fotografía le sirve para demostrar esa pugna entre el hombre y la naturaleza, lo cual ha originado que vayamos destruyendo todo a nuestro paso, poniendo en peligro nuestra propia existencia. “Espero, me encantaría –añade– que esta imagen sirva para hacernos recapacitar sobre el papel que estamos cumpliendo en este momento”.

Javier Silva Meinel

Lima, 1949

Se inició en la fotografía a principios de la década del setenta. Atraído por el mundo andino, puso atención en las celebraciones religiosas y, luego, se asomó a una Amazonía insólita llena de fantasía. Ha sabido encontrar una vía personal en la que la solemnidad del rito alterna con una mirada más lúdica y espontánea.

“La pandemia nos ha confrontado y obligado a tomar una actitud diferente frente a los riesgos que suscita una situación límite”.

Mi preocupación por el paisaje humano

“La pandemia no es el comienzo ni el final. Tal vez sea un factor desencadenante que nos conmina a determinar el lugar físico y emocional en que nos encontramos. Esto me recuerda una figura de la infancia: la serpentina que, con solo un soplido, se soltaba e iba dejando algunos mensajes que ondeaban al viento e invitaban a la reflexión. Ahora ha ocurrido algo semejante, pues la pandemia nos ha confrontado y obligado a tomar una actitud frente a las carencias y los riesgos que suscita una situación límite e incierta […]. Pese a las actuales circunstancias, sigue prevaleciendo, al igual que antes, mi preocupación por el paisaje humano, aunque indagando en pos de nuevas formas y rastreando entornos más cercanos”.