Retrovisor: historia de una foto

Un doctor en El Comercio Lima, 25 de abril de 1960

Por: Miguel Villegas

"La del soplo —dice Carlos Salvador Bilardo en un documental— fue una de esas buenas lecciones que aprendí para la vida. A cada alumno nos daban un enfermo y así. Lo veíamos y para mí, tenía un corazón normal. Cuando viene el doctor, ausculta y dice: "Bilardo, aquí hay un soplo. Ausculte otra vez", me dice. Yo tenía 19 años, imaginate. Ausculté y dije: "S este tipo dice que hay un soplo, bueno, hay". El doctor me emplazó: "No. No tiene nada. No se deje llevar por nadie. El enfermo es suyo. La ultima palabra es suya".

Ese hombre, ex futbolista, doctor, inventor sudamericano del 3-5-2, campeón de mundo con Argentina en México 86, estuvo en la sala de redacción de El Comercio en el Jirón Miró Quesada, testigo de cómo el diario preparaba la edición del 26 de abril de 1960.

Bilardo tenía apenas 22 años y jugaba por el club San Lorenzo. Dos años antes de ese viaje a Lima, el Narigón había debutado en el primer equipo de San Lorenzo. Según su libro autobiográfico Doctor y Campeón, la misma madrugada en que iba a debutar en Primera, el entrenador argentino revisaba el corazón de una rana.

Raya al costado, camisa a cuadros y pullover con botones, Bilardo revisó algunos tomos de la Hemeroteca, contestó un viejo teléfono de tubos e incluso pidió una máquina de escribir que ocupó donde hoy se empolvan teclados de última generación, producto de la pandemia. Del bidón de Branco a la copa de "gatorei", del amor al odio con Diego Armando Maradona, un personaje que cambió el fútbol. No fue su padre, pero sin duda le puso su apellido.