El comercio

Retrovisor: historia de una foto

Ni YouTube puede con esa eternidad: dentro del Archivo Histórico de El Comercio está contada la historia del Perú desde que este diario apareció, el 4 de mayo de 1839. Capítulo a capítulo, allí descansa. En nuestra nueva página Retrovisor, podrás encontrar la historia detrás de las fotos más reveladoras que conservamos.

Archivo de El Comercio

Rusty, el perro más lindo del Perú en 1965 San Martín de Porres, 11 de abril de 1965

Por: Miguel Villegas

En el mismo Palao donde Maricarmen Marin caminaba, de niña, pensando que estaba en una pasarela, el 11 de abril de 1965 se realizó un concurso fundacional para premiar la belleza en su estado más puro, salvaje: el Primer Certamen para Perros Chuscos. El ganador fue Rusty, un perro de pelo blanco y motas grises que caminó en dos patas como si anduviera en la Quinta Avenida.

Son curiosas las dos primeras acepciones del Diccionario de la Real Academia de la Lengua a la palabra chusc@: 1. Que tiene gracia, donaire y picardía. 2. En Perú, dicho de un animal: cruzado (de padres de castas distintas). Nos funcionan igual. Para este tan peruano e inédito certamen de belleza canina, en uno de los barrios de San Martín de Porres, 360 perros de todos los tamaños, algunos lanudos y otros sin pelo, fueron de la pata a disputarse nada menos que un trofeo (para la vitrina) y mil soles (para el dueño). Además la ocasión sirvió para vacunarlos gratuitamente.

Vestidos con sombreros alados, minifaldas coquetas e incluso algún chaleco de mago, los canes fueron desfilando uno por uno ante la atónita mirada de centenares de curiosos. Todavía no se les llamaba "hijo". Eran los años en que su fidelidad se resumía a esa ley cada vez más cierta: mientras más conozco a los humanos, más quiero a mi perro.

El gran triunfador -decíamos- fue Rusty, un perro chusco que hizo piruetas, llevó recados en la boca y hasta se hizo el dormido. Estas habilidades convencieron al jurado, encargado por la Sociedad Protectora de Animales, para nombrarlo ganador. Su dueño Salomón Javiles Cortez, también hacía malabares de la alegría.

Dónde estés Rusty, felicitaciones. Fuiste nuestro primer Mister Perú.