El comercio

Un escenario para ayudar

Fotos: César Campos

Cada vez que es necesario, el colectivo escénico nacido en Villa El Salvador, Arena y Esteras, deja de lado su quehacer teatral para llevar donaciones y toda la ayuda que pueda conseguir para sus vecinos.

Lo hace desde que se fundó en 1992, justo cuando el país vivía una severa crisis económica y seguían presentes los fantasmas de Sendero Luminoso. Para el grupo, lo más importante es la comunidad.

“Queríamos luchar por nuestro derecho a sonreír”, recuerda Arturo Mejía, uno de los fundadores del colectivo.

Si bien su aporte a la comunidad tiene que ver con el arte, el colectivo siempre ha estado dispuesto a ayudar de otras formas, aun cuando ello signifique alejarse del teatro y convertir su Casa Cultural en un almacén de víveres.

Ahora, con la crisis del coronavirus, eso fue justo lo que pasó.

“Tenemos funciones y giras detenidas, pero ahora nos toca pensar en nuevas formas de acercar nuestro proyecto a la gente, de mantener ese vínculo que hemos alimentado durante tantos años”, agrega Mejía.

Los miembros de Arena y Esteras no le tienen miedo a las crisis. Juntos han superado varias, incluso la deflagración sucedida a inicios de este año, así que están confiados que juntos también superarán la del COVID-19.

Porque a diferencia de otros grupos teatrales, Arena y Esteras tiene un vínculo muy estrecho con sus vecinos. Ellos son del barrio –muchos de sus miembros nacieron en Villa El Salvador– y por eso saben quiénes son los más necesitados.

Por eso están dispuestos a dejarlo todo con tal de que sus amigos y familiares salgan adelante.