1982

España

Acaso el ‘Dream Team’. Gerónimo Barbadillo, César Cueto, Guillermo La Rosa, Julio César Uribe y Juan Carlos Oblitas escuchando las indicaciones de Elba de Pádua Lima, ‘Tim’, el técnico del equipo.

El último recuerdo

Aquel Perú ilusionó pero una decisión técnica cambió el rumbo en este certamen. Desde la gira previa, con victoria ante Francia, hasta las pifias contra Cubillas posmundialista. Pasaron 36 años para volver.

Clasificar al Mundial por segunda ocasión consecutiva ilusionó a la afición. La gira de los tres continentes lucía como la mejor preparación posible.

El histórico triunfo ante la Francia de Platini, en el Parque de los Príncipes, no hacía más que alimentar el optimismo y la confianza de la selección dirigida por el brasileño Tim. Pero no siempre un buen pasado reciente asegura un buen futuro. No hay correlación directa, menos en los mundiales.

Cuando parecía que llegábamos mejor que cualquier otra ocasión pasada, la realidad nos golpeó con fuerza. La participación de Perú en España 82 fue decepcionante.

Ganar, una odisea

Tim tenía la mirada puesta en Italia y Polonia, los rivales más poderosos del grupo en el papel, pero nunca dejó de mostrar preocupación por Camerún. Se sabía poco de los africanos. Que eran rápidos y potentes. Lo de siempre. No mucho más.

Quizá en la mente de los jugadores y del técnico, el juego corto y de buen trato de pelota alcanzaría para vencerlos. En el país, las empresas públicas y privadas tomaron todas las medidas para que nadie se perdiera los encuentros. Perú no pudo vencer a Camerún en el Estadio de Riazor en La Coruña. Fue un 0-0 amargo, triste y preocupante. La fortaleza y el físico de los dirigidos por el francés Jean Vincent igualaron a la técnica y picardía de los peruanos.

No quedaba otra que vencer a Italia, selección que, en ese momento, pocos sospechaban que terminaría ganando la Copa del Mundo. Tenían a Conti, Rossi y Dino Zoff, pero no parecía imposible derrotarlos. Todo se complicó, sin embargo, cuando precisamente Conti abrió el marcador a los 19 minutos.

La Azzurra, fiel a su estilo, cuidó el resultado. Lo hizo bien hasta los 83’, cuando Rubén Díaz devolvió la ilusión a los peruanos con un tiro libre que pegó en un defensor y descolocó a Zoff. El partido terminaría 1-1 y Perú quedó con las chances intactas de avanzar a la segunda fase.

Oblitas aseguró en una entrevista que esa selección jugaba como el Real Madrid de los ‘galácticos’. No, no es broma. Claro, el ‘Ciego’ se refería a la gira previa al Mundial. Ante Polonia, de nuevo en La Coruña, los únicos cracks fueron Lato, Boniek y compañía. Los europeos nos endilgaron un 5-1 humillante. Fue una despedida dura para un equipo que llegaba con las mejores expectativas. Guillermo La Rosa quedó en la historia por ser el último jugador en anotar un gol peruano en los mundiales. Fue a los 83’. El del honor.

César Cueto en acción. El zurdo peruano completó así los dos mundiales que disputó. El volante consideró que para España 82 el equipo llegó muy cansado por tantos partidos previos disputados.

El Caso Teófilo Cubillas

Si en el 78 el 6-0 contra Argentina dejó una huella imborrable, la participación de Teófilo Cubillas en España 82 generó un debate interminable. La razón es simple: el máximo goleador de Perú en los mundiales solo jugó un partido de las Eliminatorias y no fue parte de la gira previa. Perú se acostumbró a jugar sin él y lo hizo muy bien.

El ‘Nene’ militaba en el Strikers de Estados Unidos y ya se encontraba en la parte final de su carrera. Tim, por presiones de diferentes sectores, lo incluyó en la lista definitiva. Según José Carlos Yrigoyen en “Contra todo, contra todos”, la disputa por el puesto de conductor de la selección entre Julio César Uribe, un crack en ese entonces, y Cubillas fue uno de los principales males de Perú antes de España 82.

Teófilo tan solo participó en los amistosos que se jugaron en Lima, después de la gira, la mayoría rivales discretos. Contra Rumanía, el ‘Nene’ fue pifiado por la hinchada. Así, la selección viajó a España 82.

Tuvieron que pasar 36 años y una historia que merecerá libros, películas y documentales para volver a una Copa del Mundo.

El histórico partido en el Parque de los Príncipes. El galo Michel Platini en el intercambio de banderines con Rubén Díaz, capitán peruano. Ese partido se decidió con un gol de Juan Carlos Oblitas.